Dos años fueron suficientes para darme cuenta que el tratamiento que recibía de parte de mi actual doctor no era a mi parecer ni el adecuado ni eficiente.
Finalmente y gracias a la indiferencia que noté en mi galeno, decidí atenderme en la Clínica de Especialidades que está a tan solo dos calles de aquí.
Los trámites fueron cansinos y engorrosos, y luego de cinco horas al fin pude ser recibido por un médico general. Esto con la esperanza de que me canalice posteriormente con un endocrinólogo. Esta especialidad no la manejan allí y forzosamente sería en una unidad externa.
Por lo pronto tengo que hacerme análisis de sangre para descartar la diabetes como posible causa de mi padecimiento. Con los resultados en mano podré continuar con mi tratamiento. Espero poder pronto sanar y recuperar mi vida.
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