La semana pasada por azares del destino pasé por Ciudad Universitaria, aquí en la Ciudad de México. Con una lluvia chingativa y los puma-buses atascados, llegué a una parada en donde había unos fulanos vestidos de edecanes o una mamarrachada parecida. Estos individuos estaban galanteando a las chicas y ofreciéndoles de regalo una bebida embotellada próxima a salir al mercado.
Esto no tiene la mayor notoriedad, pero lo que me hizo fruncir el ceño fue lo que uno de estos tipejos decía alegremente al comunicar los supuestos beneficios de sus beberecuas: “Son más cool que tomar agua simple”.
Que no nos pase a chingar!!! México es, si no el primero, uno de los mayores consumidores de refrescos y encima de eso se proclama a los cuatro vientos que es más cool tomar esas chingaderas que agua natural!. Qué tan mala será la bebida de marras que tienen que apelar a la apariencia del consumidor para poder introducirla en el ya de por sí saturado mercado mexicano de refrescos?
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