El minino tenía tres meses de edad, cuenta con su esquema de vacunación completo y solo le falta la castración para hacer el gato perfecto para un departamento aunque no sé si lo lleve a castrar porque mis gatos anteriores nunca lo fueron y nunca tuvimos problemas con ello, aunque es buena idea; lo ponderaré en su momento.
Es, como todo mínimo a su edad, muy curioso y juguetón y a menos de una semana de su llegada, parece que ya se adueñó del departamento.
Ya no estoy tan solo y Pillo (como terminé nombrándolo) realmente me hace compañía ya que es travieso, juguetón y me sigue a todos lados; las horas se pasan volando a su lado.
No sé si mis hermanos ya sepan que adopté a un gato pero deberían ya saberlo puesto que subí fotos de él en Facebook e Instagram. No tengo ni idea de lo que dirán cuando platique con ellos, pues como ha Sido últimamente, ellos se han portado emocionalmente muy distantes e indiferentes y eso es muy doloroso para mí y más dada mi condición actual.
Hoy tengo la tercera cita con mi psicóloga y veremos cómo puedo ver esta situación de una manera más positiva, pero mientras... ¡Bienvenido a la familia, Pillo!.
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